Desafío para Empresas
«¡¡Señores, señoras!! ¡¡Un poco de silencio por favor!! Llevamos más de dos horas de tormenta de ideas y ni se respetan los turnos de palabra ni se están apuntando todas las ideas que surgen». El dueño de estas palabras era Adolfo, el director de Recursos Humanos y principal impulsor de la reunión. «Yo ya lo tengo claro, creo que no tenemos que seguir pensando más. Nos vamos un fin de semana a hacer esquí de fondo, subimos un par de cuatro miles, construimos unas balsas para cruzar el lago y el desafío para empresas cumplido». Las palabras de Ernesto eran contundentes y firmes, al igual que el carácter que imprimía a sus equipos como director comercial. «¡¡Con el frío que hace en las estaciones de esquí!! Ni hablar, estamos intentando organizar un fin de semana de incentivos para nuestro personal. Algo que les motive, que les haga sentirse miembros de una gran empresa, que les divierta y que, además, fomente el liderazgo y el trabajo en equipo. Creo que debemos ser más originales». Marta, siempre visceral y creativa hacía honor a su puesto de directora de marketing. «Yo creo que lo tengo, he encontrado algo de lo que no teníamos referencias hasta la fecha». La voz era de Alicia, la joven y nerviosa nueva directora de servicio post-venta. «Creo que un buen desafío para empresas sería un producto llamado Desafío Enigmático. Organizamos grupos de 5 ó 6 personas, les citamos el viernes a las 18:00 horas en un punto muy cerca de Avenida de América, les damos unas instrucciones y lo único que sabrán es que tienen que llevar el coche y que no se alejarán más de 49 kilómetros de Madrid Capital. El fin de semana entero consistirá en superar pruebas, resolver enigmas y disfrutar del contacto con la naturaleza». «Señores, la reunión ha terminado. Alicia: organícelo todo para dentro de tres semanas». Las palabras de Miguel, el director general, sonaron a sentencia final y no tuvieron ninguna réplica.